2020 significó una revolución para el mundo del arte y las industrias creativas en general, a consecuencia de la pandemia. Para el arte implicó la cancelación de las grandes ferias alrededor del mundo, el cierre de galerías y museos durante las fases más duras de contagio, la mudanza forzada a la esfera digital –a la que tanto se había resistido– y para muchos artistas, el paro total de actividades y venta, que con mucho trabajo habían logrado estabilizar sin pandemia.
Así como muchos negocios no sobrevivieron a la pandemia, pese a todo, el negocio del arte se mantuvo a flote.
Aunque los estudios cuantitativos de Art Basel indican una caída del 36% del mercado respecto a 2019, también es cierto que así como muchos negocios no sobrevivieron a la pandemia, pese a todo, el negocio del arte se mantuvo a flote.