Las nuevas tecnologías están tomando un rol fundamental en el destino de algunas de las creaciones artísticas más emblemáticas de la humanidad, pues permiten estudiar y entender las obras, además de difundir su belleza e importancia entre todo aquel que tenga acceso a un smartphone. En esta ocasión, la casa de subastas Sotheby’s, en Nueva York, vendió una de las obras más célebres del pintor renacentista Sandro Botticelli (1445-1510) en 92 millones de dólares, lo que la convirtió en la segunda pintura renacentista más cara de la historia, solo por detrás del Salvator Mundi, adjudicada a Leonardo da Vinci y vendida por 450 millones de dólares en 2017.

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